sábado, 5 de junio de 2010

Elogio a las putas de parte de Sade y Walter Bejamin.


¿Qué son las putas o las prostitutas?

Eugenia. ¡Qué contenta estoy de haber sido yo la causa! Pero hay una palabra, querida, que se te ha escapado y que no comprendo. ¿Qué entiendes por la expresión puta? Perdóname, pero estoy aquí para aprender, ¿sabes?

Mme. de Saint-Ange. Así llaman, ángel mio, a esas víctimas públicas del libertinaje de los hombres, siempre dispuestas a plegarse al temperamento o al interés de ellos; dichosas y respetables criaturas que la opinión infama, pero que la voluptuosidad corona y que, mucho más necesarias para la sociedad que las mojigatas, tienen el coraje de sacrificar, para servirla, la consideración que esa sociedad se atreve a retirarles injustamente. ¡Vivan aquellas que se sienten honradas por ese título!¡Esas son las mujeres verdaderamente amables, las únicas verdaderamente filósofas! En lo que a mí respecta, querida, que trabajo para merecer ese nombre desde hace doce años, te aseguro que lejos de molestarme me agrada. Más aún: me gusta que me llamen de ese modo cuando me joden; ese insulto me calienta la cabeza.


Sade. La filosofía en el tocador.


"Los libros y las prostitutas pueden llevarse a la cama.
Los libros y las prostitutas entrecruzan el tiempo. Dominan la noche como el día y el día como la noche.
Nadie nota en los libros ni en las prostitutas que los minutos les son preciosos. Sólo al intimar un poco más con ellos, se advierte cuánta prisa tienen. No dejan de calcular mientras nosotros nos adentramos en ellos.

Libros y prostitutas : raras veces verá su final quien los haya poseido. Suelen desaparecer antes de perecer.

Qué gustosa y embusteramente cuentan los libros y las prostitutas cómo han llegado a ser lo que son. En realidad, muchas veces ni ellos mismos se dan cuenta. Durante años se cede a todo “por amor”, hasta que un buen día aparece en la calle, convertido en un voluminoso “corpus” que se pone en venta, aquello que, “por amor a la causa”, nunca había pasado de ser un vago proyecto.

A los libros y las prostitutas les gusta lucir el lomo cuando se exhiben.
Los libros y las prostitutas se multiplican mucho."


Walter Benjamin.

Sin un poco de lujuria, ya se se habría extinguido la raza humana.